Cómo atraer a los buenos espíritus para que nos ayuden a nuestras vidas?

Se puede y no es difícil. Los espíritus somos entidades gregarias, es decir, que nuestra existencia a medida que aumentamos la armonía tiende a la creación de grupos cada vez mas incluyentes y por lo tanto compuestos de mas y mas espíritus que en la libertad de sus acciones tienden a un mismo fin y bajo un mismo propósito.

Por eso no es posible concebir espíritus que a medida que avanzan en su nivel de armonía simplemente se aíslen de los que aun estamos en estados más precarios, para dedicarse a disfrutar solos de su progreso. Más bien es lo opuesto. A medida que los espíritus progresan sienten la enorme necesidad de compartir su mejor estado con los demás, ayudando a los más atrasados a superar sus propias debilidades, orientándolos por el camino del bien.

Y eso es exactamente lo que hacen. Se nos acercan, nos intuyen buenos pensamientos, apoyan los dictados de nuestra conciencia y en general nos guían hacia el bien. Pero esto solo lo pueden hacer si nosotros les abrimos las puertas de nuestro entendimiento, de nuestra intención. Una gran diferencia entre los espíritus del bien y los que aún persisten en el error, es que mientras el error acepta la imposición como estrategia de acción, el bien por su misma naturaleza JAMAS SE IMPONE.

Puede haber mucho amor y deseos de ayudar a un ser, pero si este es obcecado y no busca a través de su intensión y su pensamiento la orientación del bien, entonces será difícil que aquellos puedan acercarse con sus buenas influencias. Y mucho menos que lleguen a alejar a los espíritus que influyen negativamente en su vida.

Es bueno saber que no estamos solos. Existen legiones inmensas de espíritus en distintos grados de armonía, listos para acercarse y guiarnos con sus vibraciones elevadas; actúan con una gran inteligencia pero siempre con estricto apego a los valores establecidos en los atributos que nos da existencia. Jamás podrían imponer su intensión, pues eso violaría la libertad que es atributo del espíritu. Jamás agredirían a otros espíritus por malos que sean porque esto violaría el principio de amor que es atributo del espíritu. Y jamás actuarían sin antes evaluar a través de su inteligencia las consecuencias a futuro de sus acciones presentes.

Por eso es a veces más fácil que el mal se esparza en un periodo corto a que la semilla del bien florezca. Pero visto todo en una perspectiva a largo plazo, la lógica indica que el bien saldrá triunfante, porque es más inteligente y porque el sufrimiento eventualmente lleva al espíritu a la reflexión y búsqueda del camino correcto.

¿Quieres acercar a los espíritus del bien de una manera práctica? Hazlo a través de tu intensión, de tus actos, de tus pensamientos. Busca en el reposo, la tranquilidad y la paz de un momento de recogimiento las condiciones adecuadas para elevar tus pensamientos al Creador. Entonces todos aquellos que guiados por su amor están ahí esperando a que les abras las puertas para acercarse con sus intuiciones positivas, llegaran y tú los sentirás.

No se necesita ir a un lugar especial, no se necesita una hora especial ni depende de cábalas o amuletos. Tan solo con la honesta intensión se puede lograr. Analízate a ti mismo, reconoce tus errores y corrígelos. Aprende a amar a tus enemigos entendiendo que su forma de ser es fruto de un estado atrasado que solo con amor puede cambiar. Haz siempre lo correcto, combate el egoísmo y la mentira. Elimina el engaño de tus acciones diarias. Se generoso, abre la puerta a la caridad, pero no dando limosna sino ayudando a crear soluciones de fondo. Se un buen ejemplo para los demás y entiende que cuando educas a tus hijos en los mismos valores estas esparciendo la semilla del bien por el mundo. Cuando así lo hayas logrado entonces descubrirás que no solo has acercado a los buenos espíritus, sino que te has hecho uno de ellos.

Fraternalmente

Eduardo Sanz